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...de cuando la luz se apaga y no se me ocurre otra cosa que repetir y repetir su nombre y apostar mi alma a que me echa de menos cuando se alargan tanto sus noches que se le olvida el día.

Sin embargo duerme, duerme cada noche en mi boca.

Cuentame esta noche un cuento y un final destrozado por nosotros. Con olor compartiendo tabaco y sexo, con ganas de tu espalda en mis senos. Imagenes en blanco y negro de la LuNa y su GaTo contemplando serenamente el miedo, desde muy, muy lejos.

Un cuento donde yo sea tu último acto de magia, donde tu seas mi unico hechizo, mirarnos el conjuro correcto y la forma de amarnos tu As debajo de la manga. Escondeme estratégicamente en el sombrero y encuentrame sólo para re-escribir una historia sin puntos suspensivos, con lineas y dialogos en silencio, con promesas que hagan dejarnos sin palabras. Una historia que sabe nuestros nombres de memoria.

Susurrrale a la LuNa un final feliz y dale un beso que haga suspender su vuelo; y a mi, a mi abrazame fuerte y aún no duermas, sin lugar a dudas no se volar, pero importa poco, siempre supimos tomarnos de la mano y alejarnos del suelo a tiempo.

suena...

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